31 jul 2016

Libros ojeados de julio

Siempre pensaré que los libros no son solamente la historia con la que una se encuentra, sino el cómo se encuentra una con esos libros. Así, leyendo otras cosas y revisando otras cosas me encontré con Cartas a un joven novelista de Mario Vargas Llosa.

Es una especie de guía, de formato para escribir novelas, entre la fantasía de pasear por una conversación que no sucede y sucede subjetiva y mentalmente entre alguien que le cuestiona sobre cómo se escribe una novela a Vargas Llosa, el libro es una serie de ‘cartas respuesta’ a esos cuestionamientos ficticios, y la respuesta de forma espléndida del autor peruano. Poco a poco, se van dando a conocer como un manual básico pero muy importante sobre qué elementos debe llevar una narración para convertirse en una novela.

Luego, califico al libro como una alerta spoiler, porque entre las respuestas del autor, se encuentran un sinnúmero de otros textos a los que el autor cita y de los que da detalles centrales, como el final o el argumento principal, una invitación a la lectura de otros tantos libros y si usted tiene buena memoria, es mejor que lea muchos libros antes de que llegue a este, porque si se acuerda de una de estas frases donde Vargas Llosa ‘le cuenta el final’, se va a arruinar un par de lecturas. Yo, como no tengo tan buena memoria, los voy a leer igual, porque todos son muy atractivos. 

El segundo libro, que realmente fue el primero a leer, fue Rayuela. Ya sé que todo el mundo me dirá que he esperado muuuucho tiempo para empaparme con él, pero me tomé mi tiempo, todo el que pude diría yo, para leerlo según la propuesta de Cortázar y luego releí los capítulos prescindibles, y luego leí de nuevo algunas partes, el tomarme tanto tiempo en Rayuela hizo que no leyera los cuatro libros que me corresponden al mes, luego compensaré. 

Lo leí primero desde que dejé mi publicación sobre Libros ojeados de junio*, y de ahí a acá, ha pasado como más de un mes. Yo sabía que Rayuela no era un libro cualquiera, que era una de las obras de cabecera de la literatura latinoamericana y universal así que debo decir que lo leí a mi tiempo, siempre a mi ritmo y sin presión. Lo primero es mencionar que para mí fue una poesía de inicio a fin; había leído que la forma de leerlo era también importante así que opté por tomar la carta de dirección que sugiere el mismo autor. 

Rayuela contiene, según mi lectura y la interpretación que doy a la misma, argentinismos en una buena medida, no son inteligibles, pero debe una andarse con precaución para no perderse; así mismo la cantidad de francés que incluye la obra (así como inglés, alemán, italiano) es básico y en mi caso, que raspo medio el francés, igual sí me llevó minutos extras revisar si estaba entendiendo bien con mi buen traductor a un lado. Si usted conoce mínimamente el francés, lo entenderá perfectamente. 

Para algún lector que no sea muy bueno en la ortografía le creará algo de conflicto ver algunas palabras 'mal escritas', pero corresponde al ispamerikano que se mencionan en la obra. Otros capítulos (no más de un par) están escritos en glíglico, otro más a línea saltada con movimiento brownoideo. La obra es sin duda una poesía extensa en que una misma descubre la extensión de su cabeza y lo que se puede hacer con ella. 

Ya de la historia en sí, me parece a mí que el personaje principal no se compromete con nadie, ni siquiera con él mismo, y que cuando intenta hacerlo es ya tarde. Esa falta de compromiso, a ratos la siento como un irrespeto, como una tendencia muy leve a un machismo casi imperceptible. Claro que es mi lectura y no es una máxima, pero me incomodé por el trato que da a las personajes mujeres. Me pasó también, que iba de acá para allá como tiene que ser, y aprendí mucho, me empapé de la mayoría de cosas; investigué todo lo que pude para no leer por vegetar, sino por armar mi propia historia alrededor. 

De Rayuela rescato, que es un universo personal, una historia que hace una misma como lectora, que no es impuesta y al contrario, que se lee con pausas y con silencios, con momentos de reflexión y espaciadamente. Exceptuando un par de capítulos que (como soy un poco melindrosa) me causaban como paranoia o aflicción o asquito por tratarse de sangre, inyección, cortes, matanza o ese tipo de cosas a las que yo soy muy susceptible, casi fóbica; el resto del libro es indudablemente una joya. No solo porque todos lo digan, sino porque yo así lo comprobé para mí. 

Tiendo a acercarme con mucho recelo a las cosas sobre las que se tiene una expectativa muy alta, por miedo a que no me parezca lo mismo, para no decepcionarme, o para no dejarme influenciar por esas lecturas ajenas. Rayuela es una sinfonía de las letras, cada palabra, cada párrafo, cada línea, cada historia es una poesía, una con te o con café, pero poesía irrefutable. 

Finalmente, leí para este mes, casi sin tiempo para terminar julio Jugadores del juego de la gente de John Brunner; es una historia de ciencia ficción que raya en lo exagerado para mi gusto, es decir, se sabe desde el inicio que es fantasía, sin embargo es un intento de abarcar muchas cosas en poco espacio. En algún punto de la lectura me dio la impresión de estar leyendo un fragmento o una especie de secuela, o de universo compartido con Alicia en el país de las maravillas. 

Se habla en este libro de la magia, de la antigravedad en la que habitan ciertos personajes, de nombres impronunciables de una de las mascotas de la obra. La historia transcurre en un Londres fulminado da la impresión. De un Londres de postguerra o que está convertida en una sociedad inservible, imposible de utilizar; en este escenario se desenvuelve Godwin, el personaje central que reniega de su identidad (y me pareció que todos los personajes lo hacen), vive en una especie de sociedad secreta a cambio de cumplir con ciertas misiones que implican no poder decidir sobre su propia vida sino ser enviado y controlado por seres que no conoce, y a los que nunca verá. 

El libro tiene su tinte de erotismo muy muy leve, y termina cuando este hombre que no sabe nada de sí mismo, o casi nada de cómo ha llegado a ser lo que es ahora, se encuentra con la madre de una de las chicas a las que ha ayudado a 'pertenecer' a este selecto colectivo. Cuando cree que se enamora, o cree que encuentra algo de sí mismo, cuando explora la vida en su estado esencial, muere. Esto no es un impedimento para leer el libro, es decir no es un spoiler, porque si el final fuera otro o no fuera ese, la historia no se afectaría para nada. 

La recomendación como siempre, lean lo que sea, pero no paren de leer. 

*Lea también, Libros ojeados de mayo.

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