Jornadas egipcias
Capítulo IV
Construcciones para la eternidad
Seguramente has visto miles de fotos, y has reparado en decenas de documentales, películas, series, videos de youtube, etc., que te han mostrado todo sobre Egipto, por lo tanto llegas allí con una historia ya contada y casi con el prejuicio de lo que "ya viste" o "ya sabes". Te aseguro que ningún documental o foto o video puede prepararte para lo que es estar en persona en Egipto.
En el capítulo de hoy, que advierto será relativamente escueto por la cantidad de información, voy a comentar sobre los templos visitados. Advierto también, que nada de lo escrito se compara a la imponencia de su magnitud, la perfección de sus acabados, los relieves llenos de detalles y los olores, sabores, colores, y calor del contexto geográfico.
Templo de Philae:
El primer espacio que visitamos fue el templo a la diosa Isis en Philae, una isla a la que llegas vía bote, y confundes el río Nilo con el mar, pues la extensión del río se amplifica. Al llegar te encuentras con un templo que se encontraba bajo el agua, sumergido y olvidado, mas luego de varias gestiones, la UNESCO liberó fondos para sacar del agua este monumental culto a la diosa más importante de la cultura e historia egipcia: Isis.
Cuenta la mitología egipcia que Set, hermano de Osiris, tenía una riña con el dios por su trono, así que lo asesinó y dividió su cuerpo en 14 partes, cada una de ellas fue lanzada a 14 lugares diferentes alrededor de todo Egipto. Isis, esposa de Osiris, no sintiéndose dispuesta a abandonar a su esposo, buscó todas sus partes y resucitó a Osiris mediante magia, sin embargo encontró únicamente 13 de sus 14 restos. El pene nunca fue encontrado.
Isis recuperó el trono de su esposo, y da el derecho que corresponde al trono de su hijo Horus.
El símbolo de Isis es el trono en los jeroglíficos, y es la protectora (madre) de todos los legítimos faraones. Además, es quien posee la llave del destino.
En el templo de Philae te empiezas a maravillar y sorprender de la dedicación en los acabados en cada columna y en cada pared. Así mismo, es evidente ver los disparos en la parte superior del templo, debido a que este particular espacio era utilizado por las tropas de Napoleón como campo de entrenamiento militar cuando invadieron Egipto.
Templo de Edfú:
Egipto no tiene derechos sobre nada de su patrimonio, existe una ley que menciona que cualquier cosa que encuentren en suelo egipcio pertenece a Francia o a Inglaterra, y quizá Egipto goce de algún crédito menor, ese contrato dura 50 años, y ha sido renovado una y otra vez por los gobiernos de las naciones. Esto se debe a que Egipto no cuenta con la infraestructura para conservar su patrimonio, así que el dinero lo ponen los países gordos, y se llevan todo.
En ese contexto, al llegar al templo de Edfú en honor al Dios Horus en Aswan, es muy notorio que en sus dependencias no esté, y en su lugar haya una réplica de madera de la barca usada para el viaje por el Nilo a la siguiente vida, la original fue encontrada en la cámara central y está revestida de oro.
El templo por dentro es una detallada narración de cómo Horus gobierna y asciende a Dios, así como se detallan los rituales de sacrificio, o la venganza contra los enemigos, y se hace un recuento de todos los poderes del Dios Horus sobre la tierra. Dentro hay murciélagos habitando los altos techos y es de una exquisitez majestuosa.
Cuando un faraón moría, tenía un juicio ante 13 dioses, y una balanza decidía si el faraón había sido buena o mala persona. Si fue un buen ser humano, tenía acceso a la otra vida y pasaba a ser un Dios; si no, habría de ir al inframundo. De hecho una de las razones por las que se enterraba a los faraones con la llave de la eternidad, es porque en el juicio, se les preguntaba si habían contaminado el Nilo, y si lo habían hecho, perdían la posibilidad de tener vida eterna, porque el Nilo representaba y representa, la vida.
Los griegos intervinieron algunas partes del templo y tallaron a algunos de sus propios gobernantes como si fueran amamantados por la diosa Isis para ser vistos como legítimos gobernantes por los egipcios, y muchos de los invasores del territorio lanzaban manteca de cocina al techo para quemarlo y hacerlo negro, dañando así la pintura original y los decorados.
El tamaño de las construcciones y los jeroglíficos en Edfú son los más grandes de todos los templos visitados, es un templo imponente y se retrata a Horus luciendo los símbolos del alto y bajo Egipto en la figura del sombrero blanco redondo y el sombrero rojo cuadrado.
Gran Complejo de Karnak:
Catorce son los templos y edificaciones que conforman Karnak, ubicada en Luxor, antigua Tebas, se encuentra custodiado por filas de carneros tallados al ingreso como un camino de esfinges, cada pieza es más impresionante que la anterior, por ejemplo sus obeliscos que fueron traídos desde Aswan y con más de 20 metros de altura debieron ser esculpidos sin errores, pues si se equivocaban debían volver a traer una piedra de 40 metros y comenzar a tallar.
También en Karnak se encuentra el culto a la suerte, un pequeño escarabajo en la plazoleta este del complejo tiene decenas de turistas dando vueltas, pues se cree que si se da 7 vueltas en el sentido del reloj a la escultura, la persona que lo haga cumplirá un deseo muy pronto. Si se equivoca en el conteo, deberá comenzar de nuevo.
La sala hipóstila, actualmente en restauración, conserva pinturas originales en las partes superiores y los tallados de mayor concentración porque no han sido expuestos a la mano humana. Favorita de los visitantes para hacerse fotos, son unas murallas gruesas y altas donde tranquilamente puedes perderte si no vas siguiendo a tu guía.
En Karnak se rinde homenaje a diferentes dioses, y fue construido por varios faraones en diferentes dinastías, incluso la Reina Hatshepsut es parte de la arquitectura y muchas de sus obras se encuentran en Karnak. Se pueden apreciar decenas de estatuas sin terminar o en proceso de implementación de detalles, es realmente como una bodega al aire libre de estos colosos, porque al tomarte una foto junto a ellos, no llegas ni a los talones, literalmente.
Karnak fue el único templo encontrado con el agua dentro. Muchos templos cuentan con lugares para hacer rituales o simplemente bañarse, sin embargo en todos el agua se secó con los años, mas Karnak no se secó nunca, el agua sigue allí, si bien no se puede asegurar que es la misma agua que usaban los sacerdotes para sus purificaciones, es novedoso que solo el agua de Karnak se haya encontrado intacta.
Karnak tiene la ilusión óptica de ser un oasis.
Tomó más de mil años que el complejo estuviera oficialmente terminado, a pesar de ello hay varias estructuras inacabadas. También sus grandes columnas forman una especie de laberinto por el cual es posible perder la orientación
Sarhan, nuestro guía, nos hacía notar en Karnak, que una de las teorías que el mundo sostiene sobre las construcciones egipcias, es que se realizaron a base de esclavitud, mas la esclavitud jamás lograría hacer de manera obligatoria tales increíbles columnas dóricas, corintias, iónicas (influencias griegas), o los detalles de cada jeroglífico y relieves altos y bajos. Muchos eran hombres libres y remunerados.
Ahí había devoción, fé, voluntad, y mano de obra altamente calificada para hacer mediciones de tal estilo y perfección. También aprovecho para contarles que a los templos no se puede ingresar con cámaras de fotos, una tontería pensarán, pero en todo caso solo es posible acercarse con teléfonos. Eso sucede en todos los templos, te hacen una especie de requisa, y te la quitan hasta que salgas.
Templo de Luxor:
El templo de Luxor ocupa una muy buena parte de la ciudad, y al caer la noche o al levantar el día, es como si percibieras el recorrido del faraón y escucharas las carrozas viniendo con bravura y rapidez por sus caminos, que atraviesan el sitio. Ese velo de poder no se ha ido de Luxor, antigua Tebas, porque siguen existiendo carrozas que te llevan por todos los recónditos lugares.
Se dice "el templo de Luxor" pero realmente, la ciudad de Luxor tiene vestigios de este mismo templo por doquier, e incluso sientes que es el mismo terreno pero fraccionado. No podría jamás describir la belleza de este templo, no hay palabras que calcen o le hagan justicia a una maravilla tan inverosímil. Más de 14 metros miden las estatuas, y las columnas, todas talladas como siempre con una maestría sin igual, además Ramsés II, uno de sus constructores, erigió aquí la imagen de cómo debía verse un faraón; es así que las estatuas que encontramos cuentan todas con un aspecto joven, fuerte, varonil, altos, saludables, todas las características que un faraón debía tener.
Ramsés II es conocido en Egipto por ser el "arquitecto" entre faraones, pues la mayor cantidad de construcciones de todo Egipto se cuentan durante su reinado. El templo de Luxor también fue construido por Amenhotep III. Tantos eran los logros en infraestructura de estas personas, que la ciudad de Luxor tiene casi todos los patrimonios de la humanidad completa en su territorio.
La luna, desde el templo de Luxor, parece custodiar las columnas gigantes, y parece reverenciar a estas estatuas construidas de tal manera que el sol en ciertas horas y días ilumina directamente a los rostros de los dioses, no así al resto del templo. Una joya divina e invaluable de los egipcios.
El Valle de los Reyes:
Cerca de este valle se encuentra un templo dedicado a la faraona Hatshepsut, se dice que era tal la admiración que los posteriores faraones generaron hacia su antecesora, que eligieron un lugar para estar cerca de la grandeza de su reinado; es así como encontraron un terreno con forma piramidal en el desierto, y decidieron hacer allí su última morada, o mejor dicho, la morada previa a su encuentro con Osiris.
En el valle de los reyes, existen todo tipo de cámaras, algunas son totalmente verticales hacia abajo, otras son más lisas, todas están numeradas con el código KV que significa Kings Valley; también hay que mencionar que hay otros valles, el valle de las reinas y el valle de los nobles, que eran categorías "inferiores", pues las tumbas de los reyes tienen más detalle que las demás, y es evidente la jerarquía que diferenciaba cada uno de los valles. Existen más de 60 cámaras mortuorias de todo tipo de estilo, y según la importancia del faraón, su pompa es mayor dentro.
La pintura que se conserva es natural y no tiene restauraciones, lo cual las hace milenarias, hay ciertas tumbas que tienen una especie de vitrinas para preservar su color, y en algunas siguen las excavaciones, pues se dice que el 70% de la riqueza de Egipto, en la figura de papiros o muy antiguas construcciones, se haya todavía bajo tierra.
Una de las tumbas que más llama la atención en el valle de los reyes es la tumba de Tut Ankh Amun, y tiene un valor extra por su visita. Mi recomendación es que no la visiten, las tumbas de Ramsés III, Ramsés IX, o Ramsés VI son mucho más elaboradas y sales con la boca abierta. Tutankamón no fue un faraón realmente importante, por lo que su cámara mortuoria ni siquiera se alcanzó a terminar, podríamos decir que está en obra negra, por lo que no vale mucho la pena visitarla. De Tutankamón hablaremos más adelante.
Algo que sucede en el valle de los reyes es el rápido agotamiento de tu ser completo, el desierto es muy hostil en el valle de los reyes y realmente sientes el peso del calor, del sol, de la caminata. Se estima que en unos cuantos días puedes terminar de recorrer las más de 60 tumbas, aunque algunas requieren de un buen estado físico al encontrarse completamente empinadas y en vertical. Al inicio del valle hay una especie de maqueta que sirve de guía para que veas cuáles son las tumbas de mejor acceso y de fácil ingreso, igualmente las piernas están en mucha resistencia al ser todas las tumbas bajo tierra.
El calor te hace desear estar dentro. Aquí es importante contarles que en todos los templos van a encontrar gente "bonita", o sea hombres vestidos de forma típica a la espera de que les saques una foto. Ten cuidado, si lo haces vas a tener que pagar por ello aunque hayas tomado una foto sin querer, y siempre están muy dispuestos a salir en tu foto, así que percátate con antelación. Recuerda que en Egipto hay mucha gente esperando una "propina", es mejor no dar pie.
Templo de Al Deir Al Bahari:
La reina Hatshepsut un día se cansó de ser regida por su esposo Tutmosis II y regente de Tutmosis III debido a que debía seguir órdenes y no tenía el control sobre nada, así que tomó la decisión más importante. Le arrebató el trono a Tutmosis III con el apoyo de su amante quien erigió para ella este templo que duró 3000 años. Es curioso que los templos casi no se mantuvieron en pie en Egipto, mas este sí se sostiene, y es de aquí de donde se origina el famoso dicho: el amor mueve montañas, pues el templo a Hatshepsut es casi el movimiento de una montaña y está prácticamente intacto.
Gobernó durante 22 años junto a su amante y se mandó esculpir con todos los honores que se le hacen a la estatua de los faraones, pues ella estaba más que a la altura. Al final fue asesinada con su hijo y momificada viva, a las que se conoce como momias gritonas. Fue una gobernante muy capaz, y es considerada la mejor faraona mujer e incluso una de las mejores faraones por su capacidad en construcción y su amplio despliegue en el crecimiento de Egipto.
El templo a Hatshepsut es uno de los más concurridos, pues la faraona ha adquirido fama después de que se descubrió que hubo muchos intentos de eliminarla de la historia, mas su legado es imborrable.
Kom Ombo y el museo del cocodrilo:
Todo debe ser un equilibrio, a eso hace culto el templo de Kom Ombo, que tiene la mitad para el culto del creador del mundo en la figura del dios Sobek con cabeza de cocodrilo que salvaguarda la fertilidad y era un dios local, y la deidad del Dios Horus con cabeza de halcón que representaba el cielo, la caza y la guerra. Kom Ombo era famoso en los tiempos del antiguo Egipto debido a que se asentaban grandes cantidades de oro y era un canal de acceso controlado para poder acceder a Nubia.
Actualmente hay muy cerca un museo del cocodrilo porque en la zona se encontraron muchísimos, por lo que se puede ver con claridad el proceso de momificación de estos animales que, como sabemos, también era un proceso que se replicaba con humanos.
Kom Ombo es un templo doble y casi simétrico, sus paredes parecen estar cortadas a la mitad, muchas de ellas fueron robadas para otras diversas construcciones. Casi todas sus dependencias están duplicadas.
No se pierdan las siguientes entradas donde compartiré un poco más del viaje por las ciudades de Hurghada, Luxor y por supuesto, la única e inigualable El Cairo.













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