Una de las curiosidades en materia artístico cultural este año, la abrió "Cartografías Paganas", una Bienal de Arte urbano que trajo al museo varias preguntas mediante su exposición. Artistas urbanos de Colombia y de Ecuador formaron parte de este trabajo, que contó con la curaduría de un hombre y una mujer. Aquella, quien fue docente de quien escribe, relata que en varias oportunidades a quien se veía como "el curador" y la figura de autoridad, era a su par colombiano.
Es la primera vez que ingresa al museo el arte urbano, y es la primera vez que para el público en general se toma el muralismo, el grafiti, el tag, el stencil, etc. Como una propuesta no vandálica (y sí), al exhibirla en el museo. Incluso en las paredes se encontraban varios glosarios de términos que permitían que la gente conociera de qué hablaba cuando se refería a algún concepto del que se desconoce su definición.En lo personal me gustó mucho la primera parte del espacio, donde se encontraba el chapeteo, que es un lenguaje inventado únicamente en Guayaquil. Como es una ciudad tan represiva con el arte en general, el chapeteo nació como un mecanismo de comunicarse que posteriormente fue replicado en el resto del país, pero que es originario de Guayaquil; lo cual hace pensar que el arte urbano a penas está en ciernes en la ciudad Perla.

Adicionalmente la exposición se hizo en el MAAC, que es un museo nacional, y que invita a otros acercamientos y a otras miradas para toda la ciudad (en teoría), por lo que es un intento buenísimo de poder acercarse sin temor a estas miradas otras, y a estos tipos de trabajo otros, con los que el poder hegemónico nos insiste en desencontrarnos, y al que prácticamente, busca exterminar.
Queda preguntarse en la ciudad de Guayaquil, ¿por qué el museo recibe arte urbano?, más que como algo decorativo, precisamente por el deseo ornamental de la municipalidad. ¿por qué no hay grafiti en la ciudad, en las calles, en las paredes, en las puertas? Guayaquil reprime y maltrata al artista, pero al artista urbano, ni siquiera le categoriza como tal.
El mismo artista que grafiteó el metro de Quito, y tiene un proceso legal en su contra, es el autor de este trabajo expuesto en MAAC.
El conflicto armado, tiene amplia cobertura desde el arte urbano con varias formas de prácticas. Los rostros hacen una referencia a lo vivido en las zonas militarizadas que parecieran deshumanizar a los habitantes.
Este mural, realizado por un artista lojano, cubrías toda una pared en la exposición, y era una forma de entender lo colaborativo de la muestra. Muchos de los murales no fueron hechos por un solo artista, lo que habla de que las expresiones del arte urbano son asociativas.
La pared de pósters es la que más fotografías recibía por la creatividad e irreverencia de ciertos escritos, quizá una de las más fotografiadas, fue esta imagen.




No hay comentarios:
Publicar un comentario