En estas entrevistas se aplicaban cuestionamientos sobre la independencia de los artistas, si el aceptar un espacio gubernamental no les hace ceder su trabajo a favor de intereses de terceros. También sobre la visión que tienen estos entrevistados sobre la funcionalidad actual de las entidades que se encargan de equilibrar y de distribuir recursos para la cultura artística en el país. Por otro lado se les cuestionaba sobre el estigma que llevan los artistas por su indumentaria, o su forma de ser, o de peinarse en la sociedad y finalmente sobre las relaciones entre artistas que distan mucho de la unión en todo nivel.
Joaquín
Dávila - Cineasta
Joaquín
está un tanto de apuro, pero hacemos lo que podemos para conseguir su atención; para él la
independencia de un artista está dentro de los contenidos y no en los espacios
que utiliza, y considera que los artistas tienen poca confianza en las
entidades de gobierno porque en el tema de convocatorias o de asignación de
auspicios, siempre ganan los mismos, y no se diversifican los fondos para todos
en la cultura. Cree que aquellos que dicen ser mejores por no aceptar espacios
asignados por los poderes, en secreto morirían por tener esas oportunidades.
También
habla de que el narcisismo de los artistas hoy en día, los vuelve ciegos con
respecto a la realidad “hay gente que sobresale aquí haciendo el trabajo
artístico que realice, pero cuando salen a otras ciudades, no son tan geniales
como creyeron ser en Quito, y eso les abre los ojos”; Joaquín sabe muy bien lo que dice y tiene los pies en la tierra, actualmente estudia cine en Argentina.
Dice
que falta que las leyes puedan hacer efectiva su aplicación, y argumenta que en
esta sociedad, los modelos ganan más que los artistas, que por un trabajo a un
actor se le paga $100, un modelo por ese mismo trabajo, será remunerado con
$150 dólares y eso debe cambiar. (En esto debo apoyar, es verdad)
Haciendo
referencia a los impactos del arte en lo social, para Joaquín tienen mucha
responsabilidad las publicidades engañosas, dice que hay obras en las que el
proceso dura dos semanas, y que una buena obra no sales en dos semanas, sin
embargo como esas obras cuentan con mucha publicidad, aún sin haber visto esa
obra (de teatro), reciben una cantidad de público que sale despechada porque lo que vieron
no cumplió con las expectativas de la idea que les vendieron, y eso hace que la
gente se lleve una idea equivocada del arte.
Así
mismo, los medios se interesan únicamente en el producto final, y no en el proceso,
a ellos según Joaquín no les interesa lo que hayas pasado como artista, sino lo
que ofreces para llenar sus espacios con información. Hablando del respeto
entre gestores, para Joaquín es algo válido que haya protestas desde el artista
hacia el artista, pues esos irrespetos al arte, le dan vida a las ciudades,
porque es la gente interviniendo en la ciudad.
Lo
más difícil para Joaquín en el arte, es convencer a la gente de que puedes
hacer un buen trabajo, pues él, como cineasta, tiene la influencia de lo que la
gente cataloga como bueno porque lo ha recibido de las grandes cadenas de cine
o de televisión que sesgan los trabajos y que no permiten que la gente se haga
una idea individual. Para él, la gente debería entender que lo que un artista
tiene para ofrecer, debe ser juzgado como eso, y no por parámetros que vienen
del extranjero.
Sobre qué motiva a una persona para convencerse
de invertir en el trabajo de un artista, él lo resume diciendo: “la gente debe
evaluar, qué es lo que te hace más feliz, ahí está la motivación.”
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