27 sept 2021

Egipto y una historia milenaria I

 Jornadas egipcias

Capítulo I

La llegada


He de comenzar esta serie de entregas sobre el país mágico contando cómo se genera un viaje a tan lejano lugar de manera tan repentina. En el año 2015 una amiga había decidido viajar a Egipto con posteriores retornos en 2017 y 2019. Siempre yo le comentaba sobre la posibilidad de que me avisara cuando se volviera a ir porque era un sueño conocer la tierra de los faraones. Así es como unas tres semanas antes del viaje ella me comenta que se va a ir de nuevo y yo le digo que me encantaría mas no me es posible de inmediato, luego de sortear todas las posibles excusas que una misma se autoimpone, en dos semanas y un poco más estaba armado el plan.

La primera lección: Confía en que las cosas suceden cuando deben suceder, y no van a pasar ni como ni cuando tú quisieras, así que toma la oportunidad, tómala que no es coincidencia que llegue a ti aquí y ahora.

Los pasajes de avión me costaron 940 euros ida y vuelta, es un valor bastante económico, el sacrificio es la maleta, sin embargo es perfectamente posible, viajé con una maleta de mano y mi cartera, una maleta de mano que fue una mochila y albergaba todo lo necesario para 15 días, así que decidí hacer el "menos es más" y aún así hay cosas que no utilicé.

La PCR me costó en Ecuador $35, que es el valor más barato del mercado, se demoran 24 horas en entregar los resultados y te los dan en inglés y en español, aparte de ellos, el único documento que debes tener es la fiebre amarilla, me refiero a la vacuna contra ella, que es de dosis única y sirve para toda la vida, es gratuita en los centros de salud. Jamás me la pidieron en ningún lado, así que ese trámite podríamos decir que no fue indispensable. Los certificados de vacunación del virus, no son requisito para ningún país, la PCR negativa sí, te lo piden en todas partes y a la entrada y salida de cada avión.

El valor de mi vuelo tenía una desventaja, aunque yo lo disfruté, mas es bueno que sepan que para alguien que de pronto no sienta que es su forma de viajar, es mejor que compre vuelos directos, hay vuelos que haciendo escala en Estados Unidos, van directo al Cairo y te ahorras mucho tiempo. Yo no hice eso porque no tengo visa americana, en Ecuador la embajada solo está atendiendo renovaciones. Así que mi vuelo tenía tres escalas, con un total de 42 horas de viaje a la ida, y 33 horas de viaje al retorno.

Las escalas eran de 20 minutos en Panamá (sí, fue torear a la suerte y no debo hacerlo nunca más), 16 horas en Sao Paulo (me conozco mejor el aeropuerto que cualquier brasilero), una hora en Estambul, que casi me hace perder el vuelo porque te revisan de todo en Estambul, y llegada al Cairo.

Mi recomendación es que hagan vuelo lo más directo posible, o que sus escalas tengan tiempos holgados, pues tanto en Panamá como en Estambul, llegué con las justas a la puerta de embarque y si no fuera porque el universo siempre conspira a mi favor, capaz me quedaba de los aviones. Así que reconsideren los vuelos. Tomen en cuenta que los países pueden hacerles pasar nuevamente por migración o por check-in y eso realmente requiere tiempo.

Sobre las medidas de seguridad, jamás tienes permitido quitarte la mascarilla, todo el tiempo te desinfectan, toman la temperatura, revisan tu PCR y así constantemente, el vuelo de Turkish Airlines que era el más largo, te da mascarillas para que te cambies la que tienes.

El aeropuerto de Estambul, debo decir, es el maracaná de los aeropuertos, así que corrí como nunca en mi vida, es un aeropuerto sumamente enorme; te revisan de todo de todo de todo. Al parecer ahí perdí mi PCR en inglés, pues al llegar al aeropuerto del Cairo, no encontraba mi PCR sino en español, y me daba mucha angustia.

La fila del aeropuerto en el Cairo, para poder entrar a migración era tan grande que me di cuenta enseguida que algo sucedía. Cuando llegué al mostrador y enseñé mi pasaporte, a mi derecha había todo un universo de seres con rasgos familiares; todos latinos.

Todo viajero proveniente de cualquier lugar de América Latina, o de la India, debe hacerse de manera mandatoria una PCR al llegar a suelo egipcio por $65 que debe pagar en el Banco de Egipto (Misr) y con el recibo venir a que te tomen la muestra. Ahí te das cuenta de que estás en otro continente y que no te auxilia nadie, porque el idioma no lo entiendes, porque el inglés lo hablan muy rústicamente y porque es un negociado tremendo ya que nadie te da certificado de esa "nueva prueba" que además te entrega "resultados" en 15 minutos.

Eso cambió mi genio completamente, pues me parecía una falta de respeto en todo sentido, ya que te retienen el pasaporte y se van con tu pasaporte sin explicarte nada, debes ir corriendo detrás del individuo. Lo cierto es que aparece un egipcio muy amable (son amables, casi todos son bastante amables) y me dice que vive en Ecuador hace 13 años, que está casado con una ecuatoriana y que si deseo, él puede traducirme lo que me dice el tipo de mi pasaporte. Fue mi primer ángel egipcio, me enteré que tiene un restaurante en Bucay que se llama El Árabe, así que iré sin duda a visitarle.

Después de un tiempo de caos completamente, donde argentinos, colombianos, brasileros (que son mayoría de turistas en todas partes de Egipto), peruanos, chilenos, mexicanos, ecuatorianos y egipcios damos muestras de por qué no nos consideran primer mundo, aparece un tipo que me dice: ¿tú eres Cristina?, soy Ohmar, tu representante de viaje.

A todo esto no les conté que viajé con mi amiga la que ya ha ido varias veces a Egipto, ella habla un poco de árabe y ella es la que organizó todo para que el viaje saliera espléndido. Yo no podía comunicarme con ella o con nadie porque el aeropuerto del Cairo no tiene wifi, así que ver a Ohmar me dio un poco de calma, hasta que descubrí que si no me ponía pilas él también iba a ser oportunista.

Llegué como a las 19h30 al Cairo, muy mareada después de tantos aviones. Eran las 22h45 y no salía del aeropuerto por la bendita PCR, así que Ohmar me dice: te vamos a cobrar otros $40 por esta espera. Ahí salió toda mi furia ecuatoriana y él lo notó en mi voz y mi actitud, obviamente le dije que no iba a pagarle ni un centavo, y luego nuestro verdadero guía en Egipto, Sarhan, me dijo: claro, me ha hecho quedar muy mal, porque él jamás debió decirte algo así.

Pero de Sarhan, nuestro guía oficial, les hablaré en las siguientes entradas, el verdadero ángel de la guarda en Egipto.

Lo cierto es que por fin me devolvieron el pasaporte, obviamente "salió negativa" mi prueba, pero no hay nada que avale eso. Luego debes ir a comprar la visa egipcia que tiene un costo de $25. Una vez hecho eso pasas por migración y sales a vivir el calor de la noche árabe, noches del Cairo.

Fuera del aeropuerto hay cientos de personas; unas esperan a sus familiares, otros son uber o taxis que quieren hacerte una carrera, nadie tiene permitido ingresar al aeropuerto, solo el viajero y algún que otro guía autorizado.

Luego de 42 horas de vuelo, sin quitarte la mascarilla, más 4 horas de lidiar con la ineptitud de los funcionarios que en todos lados parecen reproducir su inoperancia, terminé agotada, y al encontrarme con mis compañeras de viaje, llegamos al hotel (porque a ellas les pasó lo mismo y salieron a la misma hora que yo, llegando a las 17h00) lo único que queríamos era dormir y descansar. Estábamos fundidas y necesitábamos, de urgencia, una ducha.

* Los videos sobre el viaje se encuentran todos en mi instagram, tanto en historias destacadas como en el feed.

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