"Ahí están esos ojos, renaciendo desde un dolor antiguo que no se cuenta nadie; ahí están esos ojos donde no queda nada más que pensar ni que decir, ojos de niño sabio, de viejo adolescente, de hoja verde que se deja llevar porque el viento es sabio y conoce los secretos del tiempo".
(Lucrecia Maldonado - Pactos solitarios)
He dejado pasar los días; las semanas... aun no llego a los meses pero prefiero que el tiempo me encuentre ocupada, trabajando en otras partes y pensando en otras cosas, ya no en ti más. No sé la verdad, y aunque me diste tus razones para irte de mí, creo que me quedo con las mías y con mi mejor amiga soledad, que me ampara en el tiempo y recoge lo que soy para luego explicarme ella lo que haya sucedido, porque si me lo explica el presente, quizás no lo entendería.
El corazón es un músculo muy extraño, una cosa muy rara que nos hace reaccionar de las formas menos comprensibles. No entiendo nada, y lo entiendo menos ahora. El único obstáculo que teníamos delante, y que podíamos vencer juntos, tú decidiste darte la vuelta y no seguir más. ¿Cobardía?, tal vez yo soy la ingenua aquí, y al final nunca estuviste a la altura.
Yo vi en tus ojos una luz que no conocía, un color que no había visto y que me hizo olvidar todo, que me hizo mirar donde jamás habría mirado y me hiciste traicionar valores éticos. Nunca habría hecho antes, y nunca después haré, lo que tus preciosos ojos turquesa me embrujaron a hacer. Cometí tantos errores por quedarme contigo, y aunque no me arrepiento siento que tal vez debí pensarlo mejor; a veces me pregunto en qué estaba pensando, y seguramente la respuesta más lógica es que nunca estuve pensando en lo absoluto.
Mi lógica no lo concebía, y dejé entrar a mi mente a uno de los seres más ilógicos que he conocido, y esa persona me convence de darte una oportunidad de hacerme feliz, y me dice ¿no viste cómo te mira? para esto, tú también tenías un norte, tu rumbo era con otra persona, justo con la persona con la que te quedas ahora, aunque no la quieras a ella y jamás la logres mirar a ella como me viste y me ves a mí. Y este ser ilógico me dice ¿cuántas personas te has encontrado en la vida que no te miren como si fueras bonita, sino que te ven preciosa? y yo mutismo, y ella... pues él te mira así, se sienta frente a ti, te quiere cerca, se ve que no es un muchacho cualquiera.
Y me hace caer en cuenta que hay muchos hombres en el mundo, pero hombres que le gusten a una, son contados con los dedos de una mano, y para una mujer como yo, esos dedos se reducen todavía más, y pues eso... ella me dice que a la larga me tocará renunciar, y cuando lo hice, él se fue de mí, porque él quiso, yo no lo mandé, pero él se fue de mi vida, y se fue llevándose mucho de mí, todo mi cariño entre sus manos y mi corazón por ahí por los bolsillos; igual sé que lo voy a recuperar (el corazón) solo que el destino todavía no me hace saber cuándo. Menos mal el cerebro sigue de mi lado.
Hubo un tiempo en que yo, por penas de amor escribía muchísimo, así que ahora comprendo a los grandes poetas de la historia, que para tener una musa, necesitaban estar con el corazón hecho pedazos con mucha frecuencia, con más de la que me gustaría reconocer. Y la última vez que le escribí al amor me salieron como cinco hojas en compu... vamos a ver si ahora he concretado un poco más.
Y pasaban los días, y él me cuenta que tiene problemas con esa 'otra' persona, pero que no sabe qué hacer, porque la quiere, con mucho aprecio, pero nada más, a estas alturas de la vida no sé si fue otra mentira, pero que bien mentía, porque yo le creí. Y se lo dije de frente, tú no la miras a ella como me miras a mí, y paso de ahí al capítulo en el que mi compañera de trabajo me dice, hazlo si es lo que quieres. Y me la juego toda, y arriesgo la cárcel, y arriesgo el trabajo, y arriesgo la vida por él, y estaba dispuesta a seguir haciéndolo... ¿y él?, supongo que está bien, la respuesta es que él no se la jugó por mí.
Llega el 25 de noviembre, y llega el programa de estar en contra de la violencia de género, y yo, con la cabeza revuelta y hecha nudos, junto en mi cabeza las veces que lo he acompañado al bar ese que me intoxica los pulmones con tanto tabaco, reúno las veces que subí o bajé a comer lo que sea con tal de hacer tiempo con él y a su lado, y junto todas esas miradas que él me da, que me hacen sentir como una verdadera reina... y sucumbo ante esos ojos que me hacen recordar el Titicaca, porque en el Titicaca es que presencié lo más bonito que he visto en mi vida, que son los rayos del claro de luna, y él es un claro rayo de luna para mí. Y ese cariño, y ese valorarme, ese entregarme el alma, ese lanzarse al mar sin flotadores (como cualquier adolescente en el amor) es el que me hace robarle un beso ese día.
Me pregunto ahora si soy yo la que me olvidé que la que ya no es una adolescente soy yo. Pero lo hice igual, y lo disfruté tanto, y fui tan tan feliz. Entonces visité lugares que no había visto, hice cosas que nunca había hecho, y mi edad se redujo unos años para estar más cerca, y esa es la parte feliz... la que siempre es tan linda pero se va.
¿Han visto ese comercial de la nena que le dice a la mamá que hay un niñito en la escuela que está enamorado de ella y lo sabe porque le hace dibujitos a escondidas? Pues... también tengo los dibujitos medio escondidos de este personaje, al que no le pondré nombre para cuidar la integridad (de él, claro). Un amor tan inocentón, tan zanahoria como ese, tan de escolares literal... no encontraré jamás, también quiero que quede constancia que no lo busqué.
Hoy, que entiendo que tal vez me engañaba, que tal vez seguía con esa otra mientras estaba en mi vida, y que incluso al escribirlo pica la mano y arden los dedos, abro un poco los ojos y digo, tal vez la vida me hace un favor ahora. Yo no soy una persona mala, y obro con bondad a pesar de todo, y duele pensar que alguien no me respetó, cuando el respeto fue la palabra de la que más hice yo uso con él.
Es inevitable que una mujer no se pregunte ¿qué hice mal? ¿en qué fallé? ¿qué le faltaba? ¿qué no tuve yo? y claro, las respuestas son obvias, no me faltaba nada. Soy una mujer maravillosa, y lo sé y me respeto así, soy guapa, soy inteligente, soy fuerte, tengo trabajo y una profesión, soy una persona valiosa y esa es la premisa de la que no debo olvidarme para no caer en las clásicas escrituras al chat (aunque fue él quien se fue de las redes sociales). Yo tal vez nunca logre saber lo que en verdad pasó, pero me siento burlada y humillada, y no lo comparto porque quiera hacer a nadie partícipe de mis penas, sino porque es mi blog y es el sitio preciso para desahogarme y para desfogar lo que tengo para decir y para pensar.
Es inevitable que duela y que esas preguntas me sigan rondando, porque es inevitable también que haya visto con él un camino un poquito más largo, una compañía más duradera. Creo que es cobarde, pero también pienso que es un niño, un niño cobarde que no se la jugó y se quedó en la comodidad de lo fácil. Eso duele, pero desde ese mismo dolor arranco.
Aquel tiempo en que una se pone en el plan de 'te quiero olvidar pero no sé cómo' se pasan tantas cosas en la cabeza, algunas estúpidas debo admitir, y una de esas cosas estúpidas no lo fue tanto cuando me dio resultado... me digo a mí misma, a ver, ¿cómo superaste la última vez esto?, y pues no se me ocurrió otra cosa que buscar a mi ex anterior. OJO, no lo llamé ni lo busqué de hablar con él ni nada, no no no... fue un 'stalkeo'* breve (pero fuerte, en todas las redes sociales) de qué hace, de cómo está, y fue muuuuy bueno comprobar que por él ya no se siente nada.
Aquí viene la parte más cursi y por la que me van a bloquear de la lista de contactos y lo sé, pero se me ocurre esta frase porque la encuentro súper acorde; es una de Ricardo Arjona (haters are going to hate in 3, 2, 1...) que dice, quiero encontrar un amor y perderlo enseguida para olvidarme de ti para toda la vida, y funcionó, yo me demoré dos años en olvidarme de aquel ex, y ahora ya da igual, porque encontré un amor al que acabo de perder, así que en el corazón el tiempo sí es buen maestro.
Y en esta terapia improvisada de búsqueda de lo que hacen personas que han salido de mi vida, me dedico a buscar qué hacen mis compañeros de la universidad, y ex amigos, ex amores, ex lugares, empecé a buscarlos a todos y a ver todo de todos y a descubrir que es tan poco lo que he hecho en mi vida, que es tanto lo que he dejado pasar, que me volví tan pobre culturalmente, tan pobre socialmente, tan tan tan pobre políticamente, que esa terapia de búsqueda de mi ex, me hizo ver un poco dentro de mí, y de cómo era hace 10 años y cómo soy hoy, y lo que quería ser hace 10 años y lo que no hice y sí hasta hoy. Y concluí que una sufre por huevadas, y que hay tantas cosas más importantes por las que realmente preocuparse, que una pierde realmente el tiempo si piensa en un futuro que no puede trabajar, pero sí puede pensar en el hoy.
Declaro inconclusa totalmente esta introducción a mi escrito dedicado a ese bello ser que me tiene a mal traer ahora, pero es un abreboca para dejarlo salir de mi vida, porque al final fue él quien se quiso ir... y aunque sean cosas tontas pensar en estos corazones rotos, también somos esto, y esto también nos hace parte de la vida, y nos hace los días grises o de todos los colores. Como diría Violeta Parra, en su tan acorde melodía para este momento 'Volver a los 17', Solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes.
Les dejo un poquito de mi escrito no enviado a este personaje, que espero algún día, mi duende Painalli se lo susurre en sueños, porque yo no voy a escribirle, obvio por orgullo, pero dice la filosofía budista: transforma tu orgullo en dignidad, así que en esas estoy. Y confieso ahora... que sí lo quería.
Gracias por leer, estas son tonterías mías, pero que lindo que alguien se pueda identificar y decir, tranquila... que de amor nadie se muere, y claro que lo sé, porque lo he vivido ya, pero sí que duele esta cuestión.
Ha llegado el momento entonces… se nos acabó mi rayo de luna, mi suerte de todos los colores, mi niño de los hermosos ojos color sol… se nos terminó, se nos terminó mi amor.
Voy a dejar a mi cuerpo que descanse de ti, a mis labios que descansen de ti… que mi corazón y mi mente te dejen en pausa y luego, cuando ya pueda todo mi ser decir que está listo, te ponga un punto final.
Yo te doy mi palabra de que no te vuelvo a buscar más, no te vuelvo a escribir más, que no te vuelvo a llamar ni a preguntar a nadie nada de ti, te lo prometo. Te resumo en que no vuelvo a intervenir en tu vida aunque mi corazón esté contigo y me muera por haberte dado un último beso o abrazarte otra vez por última vez, porque entiendo que eso te duele, y no quiero dañarte…
Un día tal vez entiendas todo esto y lejos de tener tantas preguntas veas todas las respuestas. Yo todavía te quiero porque el corazón no es una media vieja a la que se reemplaza, así que si tú quieres algo de mí, necesitas de mí, me quieres a mí, sea lo que sea, cuando sea y a la hora que sea yo estoy todavía para ti… pero no voy a buscarte más, no porque no lo desee, sino porque sé que no quieres que lo haga.
Si la vida nos vuelve a encontrar, y el tiempo así lo decide, tal vez te pueda volver a ver con los ojos con los que te miro ahora, y tú a mí y te quiera aún como te quiero ahora… te adoro con todo el corazón, y eso lo tengo claro, no tengo una sola duda de lo que siento por ti. La diferencia es que yo sé cuándo debo retirarme, porque he perdido una batalla que no me dejaste pelear.
En verdad, el tiempo lo cura todo…. Yo no te voy a olvidar, pero sí desde hoy, porque tú lo quieres así, voy a comenzar mi proceso para dejarte ir.
No es necesario que contestes ni siquiera este mensaje…. Sé lo duro que es también para ti. Así que mejor dile a tu corazón que adiós de parte del mío, y ya… nada nada nada nada más.* espiar, acosar, perseguir
No hay comentarios:
Publicar un comentario