Escribo con gusto y con amargura,
porque estas líneas llevan entre todas mis sonrisas mostradas las lágrimas
escondidas de quien tú eres hoy para mí; lo había dicho, esas son cosas mías y
lo que sostiene estos escritos es una ocasión emotiva con sentimientos que
pasan por todos los niveles para agarrarse con fuerza de la alegría.
Hoy que siento que no hay más que
puedas recibir de mí, te puedo dedicar una luna en cada paisaje de las cosas
que vives porque no te la puedo regalar. Un infinito olor a eucalipto cuando al
estar lejos de la UTE te acuerdes de mí. Muchas piedras en el camino que te
evoquen los rumbos no terminados y la preciosa vista de la ciudad que tiene el
cielo más lindo del mundo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario