12 mar 2019

Renglones olvidados

...remarco todos los días cada salida, comida, conversa, espacio y tiempos compartidos; cada uno de esos escenarios se han vuelto santuarios en mis recuerdos y en mi vida.

Escribo con gusto y con amargura, porque estas líneas llevan entre todas mis sonrisas mostradas las lágrimas escondidas de quien tú eres hoy para mí; lo había dicho, esas son cosas mías y lo que sostiene estos escritos es una ocasión emotiva con sentimientos que pasan por todos los niveles para agarrarse con fuerza de la alegría.

Hoy que siento que no hay más que puedas recibir de mí, te puedo dedicar una luna en cada paisaje de las cosas que vives porque no te la puedo regalar. Un infinito olor a eucalipto cuando al estar lejos de la UTE te acuerdes de mí. Muchas piedras en el camino que te evoquen los rumbos no terminados y la preciosa vista de la ciudad que tiene el cielo más lindo del mundo...

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