Hace unas semanas (he dejado pasar el tiempo para mirar con perspectiva) apareció una queja formal de parte del sector escénico en relación a la selección de las obras para esta edición del Festival Internacional de Artes Vivas Loja 2025.
Con cautela y también con interés he revisado el documento y, como parte marginaria del sector que soy, pero también como funcionaria ahora, expongo mi punto de vista -única y 100% mío- sobre el tema, porque creo que este relato responde a un profundo desconocimiento de los procesos y una prevalencia de egos que en lugar de sumar, perjudica.
Aclaro antes de iniciar que, todo de lo que voy a estar escribiendo de aquí en adelante, es información pública contenida en las bases técnicas de esa convocatoria, pero que además se encuentra en las bases técnicas también de todas las líneas de fomento para concursos públicos.
1. Reglamento de jurados
Se menciona en el documento firmado por diferentes artistas y colectivos, que las obras ganadoras fueron elegidas sin el puntaje completo de todos los jurados, argumentando que en ciertos casos había evaluado uno de tres jurados o dos de tres y que eso se evidenciaba en "relatos" de varios grupos -que quedaron fuera- y que aseguraban que la selección fue, por lo tanto, inequitativa. Además que los comentarios de los jurados eran, cuando menos, deficientes.
Informarles que los sistemas de concursos públicos, todos y de toda índole, cuentan con varias normativas, instructivos, reglamentos, rúbricas y demás documentación obligatoria para el sector público, justamente por ser fondos públicos NINGÚN concurso puede ser entregado "a dedo" y peor aún con puntajes incompletos.
La selección de jurados es un proceso largo, en el que se entrega un banco de datos a las direcciones, quienes luego de una revisión con sus respectivos equipos y demás, envían una terna y unos candidatos suplentes para ser jurados. Una vez realizado ese primer paso -que toma varias semanas-, estos jurados titulares y los jurados suplentes se ponen en consideración y aprobación de la coordinación general técnica que, también en conversación con los equipos y con las autoridades, aprueba o no esa propuesta de jurados.
Eso quiere decir que es absolutamente imposible que un concurso público declare ganadores sin los puntajes completos de todos los miembros del jurado porque, en el caso supuesto de que algún jurado no evalúe, hay jurados suplentes que DEBEN tomar su lugar y evaluar.
El reglamento de jurados además, obliga a que los jurados cumplan con ciertos requisitos estipulados en unas rúbricas de selección, les interpela a firmar ciertos documentos y, en el caso supuesto de que no cumplieran, no se les paga y deben ir de manera directa a alguno de los suplentes. Repito entonces, es IMPOSIBLE que un concurso público se declare cerrado si los jurados al completo no han evaluado.
2. Instancias de evaluación
Para entregar fondos públicos existen varios pasos a seguir en orden. La postulación, la verificación, la subsanación, la verificación de la subsanación, la evaluación individual, la evaluación colectiva y posteriormente la entrega del acta de dictamen que es pública.
Allí el proceso no termina, pues hay más pasos administrativos a seguir. Si hubiera un espacio donde algo no se está llevando a cabo como se debe, quien sea secretario/a de la línea debe ponerlo en evidencia y, de ser el caso, solicitar una reprogramación del cronograma. Si hubiera habido alguna alteración de índole personal con algún jurado o alguna novedad que requiriera un tiempo adicional, la línea jamás habría cerrado.
Se evalúa, de manera individual y colectiva, a cada uno de los proyectos bajo los criterios de viabilidad técnica, viabilidad financiera y coherencia y alcance. Para que los jurados lleguen a la evaluación colectiva deben haber evaluado antes de manera individual, ellos emiten un puntaje de todos los proyectos de manera individual y, posterior a ello, solo los proyectos mejor puntuados en 2 de 3 jurados, pasan a la evaluación colectiva.
Esto quiere decir que si, en evaluación INDIVIDUAL el jurado A puso 100, y el jurado B puso 50, y el jurado C puso 0, ese proyecto no pasaría a evaluación colectiva aunque haya habido un jurado que consideró que es el mejor proyecto del mundo. Porque se requiere de mínimo 80 puntos para pasar a la evaluación colectiva, es decir, la mayoría de los jurados le deben seleccionar. Se le llama democracia.
La evaluación colectiva es una reunión entre todos los miembros del jurado, de donde sale un solo puntaje final que es único. Eso quiere decir que, todos los proyectos que pasan a la instancia final de evaluación vuelven a 0 puntos. Y de esos 0 puntos, inician una evaluación conjunta donde asignan un solo puntaje entre los tres, ahí ya no hay tal suma y división, allí es un puntaje único al que deben llegar por acuerdo unánime. No es posible que evalúen 1 de 3, o 2 de 3, son los 3 de 3 quienes deben acordar qué nota final tendrán todos los proyectos.
Sobre el comentario que llega al acta de dictamen -acta de dictamen que es pública e incluye los puntajes de todos los proyectos que pasaron a evaluación colectiva, ganen o no ganen- los jurados no suelen ser muy extensos en esos comentarios porque ya lo discutieron por horas, entonces cuando llegan al sistema a escribir el comentario, no siempre esos comentarios son lo que un postulante quisiera recibir como retroalimentación, aunque como funcionarios a veces insistimos en que sean más puntuales con su comentario final, no siempre sucede. Eso sale de las manos de quien sea secretario/a.
2. Línea curatorial del festival
Leí en el comunicado de las y los artistas escénicos que no había ninguna "obra de teatro" en la selección y que eso estaba muy mal porque el festival es un festival de teatro.
El Festival Internacional de Artes Vivas de Loja, está centrado en las artes vivas todas, en ese sentido, si la línea curatorial de este año es más afín a una de esas artes vivas (como la danza, la música, u otros) ¿cuál es el problema? no es un festival de teatro únicamente.
Cada año el festival tiene una línea curatorial distinta con el afán de que nuevas propuestas puedan postular y se diversifique tanto la postulación como lo que se proyecta dentro del festival. Las propuestas que ganaron este año son las que más se ajustan al objetivo del FIAVL de este año, y eso no lo impone la institución pública que es únicamente custodia y árbitro del concurso, sino que lo selecciona un jurado que, como he mencionado, está elegido específicamente para eso, y no son cuatro asomados de la calle, es un jurado especializado.
La queja viene del sector que no ganó, y tampoco ganaron sus amigos, entonces por eso la respuesta es el reclamo. Incluso se cuestiona (aunque en inicio dijeron que no) la calidad de las propuestas ganadoras, desmereciendo su trabajo y su afinidad con el proceso. Absolutamente impresentable que en vez de construir y trabajar, se ataque a los ganadores.
Además, ya es hora de aceptar también que no siempre los trabajos van a coincidir con la línea curatorial de todos los años, es irresponsable hacer una obra cada año tratando de ajustarse a lo que piden las bases técnicas cada año. La intención final es la descentralización y la diversificación, ¡claro que no van a ganar todos los años!
3. Viabilidad financiera
Se menciona en ese comunicado que no se debe evaluar la viabilidad financiera porque los montos los pone el festival. Al respecto quiero mencionar que el sistema de postulación es genérico, está pensado para todos los concursos de todas las artes, eso quiere decir que, por default se incluyen pestañas que deben ser llenadas aunque el concurso tenga un obviedad.
Lo que había que hacer aquí es llenar los acápites tal como solicitaba el sistema acorde a los rubros y subrubros permitidos sin dramas. Es lo que hicieron los ganadores.
Ese tema requiere una evaluación profunda porque, efectivamente, ni todas las artes son las mismas ni todos los requisitos son los mismos, pero en términos generales, se podía y se hizo. Había que dedicarse un poco más y hacerlo. El sistema sí que es mucho más amigable ahora que en el pasado.
Lo que sucede con este punto es que, la graaaaaaaan mayoría de los postulantes, sin leer las bases, sin revisar el sistema y sin entender el proceso, postulan al último del concurso y el tiempo no les da para discernir y entender cómo se debe realizar la actividad, solo envían la postulación y no se toman el espacio para, detenidamente, revisar y reflexionar sobre lo que están mandando.
4. Ego
Quienes hayan puesto en tela de duda, por cualquier motivo, la selección del FIAVL 2025, deben presentar pruebas de la acusación, pues es muy serio insinuar que los fondos públicos están siendo entregados sin la exactitud y la rigurosidad que el proceso demanda.
Hay grupos que están acostumbrados a ganar todos los años, y a ganar a cada rato cuanta convocatoria se abre. Viven de los fondos del estado, cuando los fondos de concurso público son incentivos y no sueldos, y deben distribuirse a las 24 provincias del país. En su mayoría los ganadores son de Pichincha (de Quito) porque esas personas han estudiado de inicio a fin la manera de postular y eso le quita oportunidades a otras provincias que todavía están en pañales en el proceso de comprensión de estos concursos.
Yo, de manera individual, sí creo que la descentralización debe primero reconocer que ese divorcio de las regiones como la amazonía y la costa hacia la institución, responden a unos intentos de diálogo ineficientes porque no se establecen ni en los mismos términos ni en el lenguaje en que puedan ser comprendidos por la mayoría. El resultado de ello es que va a seguir ganando Quito.
Por ahora, deben reconocer que su trabajo no tiene por qué ser perfecto siempre, y no tienen por qué ser elegidos siempre.