A propósito de lo que dijo el Presidente Correa de repotenciar la Universidad de las Artes y el Yachay y el Ikiam, haré una entrega de tres entradas entre hoy, mañana y pasado sobre lo que piensan los artistas que se dedican a la rama de la danza, pues ellos, como demostraron con pruebas para mis archivos personales, consideran que la danza y el baile es el arte menos apoyado por las instituciones y por el público ecuatoriano, a quienes menos fondos se asigna, no tienen una agrupación formal ni beneficios que en otras artes, aunque poco, sí hay. Hoy comienzo con la entrevista a Alex Peña.
Cuando
Alex Peña concedió la entrevista, estaba a punto de comenzar una jornada de
baile fitness, que se centra en hacer ejercicio bailando, sin límite de edad
con un costo de $2 la hora. Sus estudiantes esperan fuera del aula mientras se
realiza la entrevista. Y en el aire se respira, esa energía de la preparación
previa a la fiesta que está próxima a vivir toda la gente.
Alex es bailarín, su formación incluye varios géneros y esto lo hace como un
trabajo, también trabaja en ‘Escenario’ que es una agrupación que
baila Electro Magnetic Style. Para Alex, la mayor parte de la sociedad ve la
danza igual que el baile, y él asegura que no lo es, la danza, cuenta una
historia con el movimiento.
La
danza requiere de formación, como él recibió, y no cree que es un hobby, aunque
sabe que vive en una ciudad que ve su trabajo como una distracción; siente
envidia de los países que integran a la danza en la educación, dice que conoce
de países donde existen Universidades de danza, o academias grandes y que eso
falta en Ecuador; para él, en este país el arte en general no tiene la
oportunidad de ser visto como una profesión, y él exigiría más academias.
Sin
embargo no le pide nada a los gobiernos, dice que el artista es un ser
sensible, y que su espiritualidad nunca puede sentarse a dialogar con la
política, porque los políticos no entienden de energías áuricas. Mejor pide a los
padres, que son los encargados de crear la sociedad, que sean ellos
mismos los que no generen discriminación desde la casa, sino respeto por la
danza como profesión.
Le
disgusta pensar que las nuevas tecnologías, boten a la basura su trabajo, haciendo
referencia a que ahora se considera bailarín a quien copia una coreografía de
youtube, y dice que eso no es justo. Para él, el trabajo que ha hecho por años
le han valido sudor, sangre, lesiones, lágrimas y peleas.
El
proceso de un artista, no es valorado, ni siquiera en los festivales, pues los
jurados o el públcio evalúan un resultado final, pero no ven la convivencia que
tienen los integrantes de cada equipo. Dice que en la danza es imposible ser
independiente, y que si se pudiera tampoco le gustaría, porque parte de que
hayan cosas positivas en el trabajo artístico, depende de lo que se aprende o se vive con los otros.
"El
trabajo de una persona en la danza debe tener un concepto; analizar a dónde va,
a quién se dirige y lo que quiere transmitir, porque existen distintos públicos
y hay que acoplarse, una persona que utilice la danza como hobby, no sabe eso".
Con
respecto a lo prejuiciosa que resulta la sociedad con el aspecto de los
artistas, él tiene una explicación, dice que hoy por hoy lo que más importa es
el aspecto, así se piense lo contrario.
Aunque quienes tienen una formación, leen o son preparados en el ámbito
educativo, según Alex, no son tan juzgones.
Con
la energía impregnada, había que quedarse a admirar y disfrutar del trabajo de
Alex. Entre los asistentes, que llegaban a las 30 personas en esa hora (luego
habían dos clases más) habían hombres y mujeres, niños y hasta una ancianita de
unos 75 años, según el cálculo. Estaban todos contentos con la presencia de
cámaras y grabadoras, y comentaron que el llegar a la clase, es una
peregrinación que hacen todos los días, no solo por los beneficios de hacer
baile fitness, sino porque Alex les transmite un gusto por lo que hace, una
pasión que contagia para luego llevarla a las demás labores de su día, eso hace
un verdadero artista –dicen- hacen sentir a los otros lo mismo que ellos sienten.
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