Libros ojeados de diciembre

Este mes me fue muy corto y he desaparecido mucho, lo sé. Tan es así que resurjo en enero. La bruja de abril y otros cuentos de Ray Bradbury tiene varias historias juveniles un tanto tontonas y que ameritan decir que a veces suenan a insulto a la inteligencia, no fue una gran lectura, pero para pasar una espera de algún atrasado en un restaurante no vendría mal.

Luego leí solo un libro más, Quidditch a través de los tiempos de J. K. Rowling bajo el seudónimo de Kennilworthy Whisp. Primero habrá que decir, por si hay alguno que no la conozca, que J. K. Rowling es la escritora de la saga completa de Harry Potter, un mago que tiene que luchar contra el mal; parte de la colección de Harry Potter recae sobre este libro que es más bien un folleto largo, una mini revista, un artículo extendido de cómo se juega al Quidditch y que poco hace referencia a la historia de Harry y sí mucha referencia a su universo y al mundo de la magia.

Para quienes disfrutan de la lectura de todos estos libros, podrán comprender mi emoción al por fin poder sentarme a leer este libro que, luego de Beedle el bardo (otro libro de la colección) era el último que me faltaba. Muy lindo, creo que es más un artilugio que quería leer, más que un libro bueno a recomendar, pero la fantasía de creer en que era bueno cuenta, ¿o no?